jueves, 3 de marzo de 2016

Tomás Mejía, general conservador, biografía

Por José Omar Tinajero Morales
Lic. en etnohistoria, ENAH

Uno de los generales que fue reconocido tanto por conservadores como liberales como un hombre de principios, honestidad y firme religiosidad fue Tomás Mejía. Era indígena otomí, en su juicio dijo que  nació en Pinal de Amoles, en la Sierra Gorda de Querétaro, mientras que su  acta de bautismo, dice que recibió el sacramento en la vicaría de Tierra Blanca, y que era de Santa Catarina, ambos en Guanajuato, el 17 de septiembre del año de 1820. Su ejemplo muestra que con tenacidad se puede alcanzar el éxito, independientemente de las condiciones del entorno en donde se vive.

Para Mejía defender a la religión era defender a la patria, ya que de la primera surgía la cultura mexicana. Por eso siempre perteneció al Partido Conservador.

En 1841 era ya alférez. Participó en batallas de 1847 contra los estadounidenses, en especial en la batalla de La Angostura, la historiografía oficial hace caso omiso de estos pasajes, de un hombre que fue patriota y defendió su territorio.

En la Sierra Gorda, Mejía, luchó bajo el lema de: "Libertad y Guerra al Invasor" durante 1848. Mientras que Eleuterio Quiroz estaba a favor de los estadounidenses. Quiroz dio a conocer en Ríoverde, San Luis Potosí, el 17 de marzo de 1849 el Plan político y eminentemente social, proclamado en esta ciudad por el ejército regenerador de la Sierra Gorda.  En octubre  Mejía aprehendió a Quiroz y lo mandó a fusilar en diciembre de 1849.

El presidente Santa Anna en 1853 erigió el territorio de Sierra Gorda, que era el bastión de Mejía. La idea era constituirlo en un estado, ya que esa región de difícil acceso,  se encontraba lejos de los centros de poder.

Cuando se levantaron los liberales con el Plan de Ayutla, él se mantuvo conservador era comandante del batallón y prefecto político del distrito de Jalpan. 





Con el triunfo de los liberales se empezaron a decretar leyes en contra de la propiedad privada, el ejército y de la Iglesia

El 2  diciembre de 1855, Tomás Mejía  firmó y defendió el Plan de Tolimán o de la Sierra Gorda, que se oponía a las leyes liberales y su lema era: "Religión y Fueros.

El 14 de octubre de 1856, Tomás Mejía ocupó la ciudad de Querétaro, días después se retiró a la Sierra Gorda. En la batalla de Puerto de Canoas, Mejía fue derrotado por el general Rosas Landa y se dio la capitulación el 23 de noviembre de 1856. 

La Constitución del 5 de febrero de 1857 fue el parteaguas que dio por terminada la idea de la religión oficial y buscó la separación de la Iglesia - Estado, modificando la forma tradicional de participación de la primera institución. El 14 de septiembre fue clausurada la Universidad por Comonfort y se formó la Biblioteca Nacional de México.

 Los conservadores reaccionaron, Mejía ocupó el 4 de agosto de 1857, la plaza de Tolimán en la Sierra Gorda. Siguió con Cadereyta, el 22 de septiembre y  en octubre San Juan del Río y Querétaro.


Cuando se llevó la elección de Ignacio Comonfort, no participó el partido conservador, porque eso implicaría reconocer la Constitución, por lo que decidió tomar el poder por las armas y  se lanzó el Plan de Tacubaya.

Durante la Guerra de Reforma  o de los Tres Años,  Mejía, estuvo bajo las órdenes del general Luis G. Osollo,  hasta su muerte el 18 de junio de 1858. 

Mejía fue nombrado comandante militar de la plaza de Querétaro. En esa época los dos hombres fuertes de Querétaro fueron Mejía, por los conservadores y José María de Arteaga por los liberales.

El 28 de marzo de 1858, desaparecieron los estados y quedaron los departamentos. El 30 de marzo se derogó el decreto del Registro Civil. Zuloaga reabrió la universidad.

Mejia era muy devoto de Nuestra Señora del Pueblito, le llevó su espada a su santuario y la nombró generala de su ejército.

Batallas en las que participó Tomás Mejía en la Guerra de Reforma: 
 - Puerto de Carretas, abril de 1858.
 - Defendió la ciudad de México del 23 de marzo al 17 de abril de 1859, por lo que fue ascendido a general de división.  
- Llano de la Cal, 8 de mayo de 1859. 
- Estancia de las Vacas, 13 de noviembre de 1859.  

Las batallas de Silao, 10 de agosto y Calpulalpan, 22 de diciembre de 1860, dieron fin a la Guerra de Reforma.
 
El 1 de enero de 1861, las fuerzas liberales entraron triunfantes a la ciudad de México encabezadas por Jesús González Ortega. Juaréz entró el 11 de enero. 

Tomás Mejía se fue a la Sierra Gorda y luego atacó  Ríoverde, el 7 de enero de 1861, hizo prisionero a Mariano Escobedo y le perdonó la vida.  Lo que le recriminaría Leonardo Márquez, al decirle a Mejía que en otro contexto, Escobedo no le perdonaría la vida, lo cual ocurrió.

Los principales conservadores se refugiaron en la Sierra Gorda y desde ahí siguieron la estrategia de la guerra de guerrilas, reconocían como presidente a Félix María Zuloaga. Juárez mandó a Manuel Doblado a pacificar la región, teniendo un triunfo en Jalpan en marzo de 1861, pero después perdió con las fuerzas de Mejía en las batallas de Huaztmazontla, el cerro de la Tinaja, el cerro de San Juan, Puerto Madroño y en las cuesta del Huizache.  Durante esa época mataron a liberales de la talla de: Melchor Ocampo (4 de junio de 1861), Santos Degollado (15 de junio) y Leandro Valle (23 de junio).


El 27 de julio de 1861, Juárez promulgó una ley de suspensión de pagos de deuda externa, en especial, las adquiridas por el gobierno conservador. España, Francia y Gran Bretaña se unieron para exigir el pago de la deuda, para lo cual firmaron el 31 de octubre, la Convención de Londres.

Entre diciembre de 1861 y enero de 1862 desembarcaron fuerzas de las tres naciones. Cuando llegaron los franceses Mejía dudó en apoyar a los franceses, pero comprendió que era tal vez la última oportunidad de enfrentarse al avance estadounidense, decidió estar al lado del imperio, además la independencia de México se había mantenido íntegra.

El 22 de diciembre de 1862,  desde Pinal de Amoles, Mejía  dio un manifiesto donde confirmó su apoyo al imperio.

El general Juan Nepomuceno Almonte le arregló una cita, en junio de 1863,  con el mariscal Jean Elie Forey, quien se mostró complacido por la intachable conducta de Tomás Mejía. Mandó sus fuerzas  a  Pachuca, Tula, San Juan del Río y Querétaro, aquí tuvo un recibimiento apoteótico.

En abril de 1864, Maximiliano de Habsburgo aceptó la Corona de México. El 12 de junio del mismo año entró a la ciudad de México, Maximiliano.


Mejía  obtuvo victorias en San Luis Potosí,  en diciembre de 1863 y en Matehuala en 1865. Defendió  Matamoros y el puerto de Tampico

Maximiliano y los conservadores decidieron luchar en Querétaro  desde el 14 de marzo de1867, para tener como retaguardia la Sierra Gorda, el bastión de Mejía.

Estuvo en la ciudad de Querétaro que fue tomada por los liberales el 15 de mayo de 1867. Se le hizo un juicio y se  le sentenció a pena de muerte, el 19 de junio de ese año fue fusilado en el cerro de Las Campanas.


Antes de morir no pronunció ninguna palabra, simplemente sostuvo su crucifijo, razón por la cual había luchado toda su vida. Su tumba muy humilde se encuentra en el panteón de San Fernando de la ciudad de México.

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3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. VIVA EL DEFENSOR DE LA PATRIA, VIVA EL DEFENSOR DE LA INTEGRIDAD TERIORIAL DE MÉXICO, VIVA EL VENCEDOR SOBRE EL INVASOR GRINGO EN LA BATALLA DE LA ANGOSTURA: MUERA MORENA PRO PAN PRD MUERA INE , MUERA AMLO TRAIDOR A LA PATRIA

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