Ruta de los dominicos en la ciudad de México

Por José Omar Tinajero Morales

Los dominicos llegaron a la Nueva España en 1526 y gracias a las gestiones de fray Domingo de Betanzos, se constituyó la provincia de Santiago de México en 1535. Durante el siglo XVI los predicadores evangelizaron a tres naciones: la mexicana, la mixteca y la zapoteca. La primera de ellas ubicada en la cuenca de México, se caracterizaba porque sus habitantes hablaban el náhuatl.

En lo que actualmente es el Distrito Federal, los dominicos se establecieron en importantes localidades, en especial las que habían pertenecido en la época prehispánica al Tepanohuayan como Azcapotzalco, Coyoacán y Tacubaya. Los frailes dirigieron a los indígenas en la construcción de las iglesias y conventos, varios de los cuales todavía subsisten, como testimonio de su importante labor en materia religiosa, educativa y cultural. De esta forma se puede seguir la ruta de los dominicos en la ciudad de México, como una propuesta de turismo cultural.

Santo Domingo de México

La primera fundación de los dominicos, fue el convento de Santo Domingo de México, originalmente estaba en donde ahora se localiza el Museo de la Medicina y posteriormente fue trasladado a dónde se ve actualmente. Este fue el convento central a lo largo de la historia de la provincia, de él surgieron la mayoría de los provinciales, tenía su estudio general, se enseñaba teología y lenguas indígenas. Fue un importante foco evangelizador y generador de cultura, simplemente el primer libro que se imprimió en América estuvo vinculado con los dominicos.

El convento fue destruido después de la guerra de los tres años, por los liberales, quienes se dedicaron a mermar el patrimonio cultural. Por las Leyes de Reforma también se exclaustraron a los frailes, quienes tuvieron que vivir en casas de conocidos. Con el paso del tiempo los dominicos volvieron a resurgir y recuperaron la iglesia de Santo Domingo de México, que es una de las más grandes y bellas en la ciudad.

Los dominicos en las cabeceras importantes del Tepanohuayan

San Juan Bautista Coyoacán, esta población había sido una de las cabeceras más importantes en el Tepanohuayan en la época prehispánica. Después de la conquista de Tenochtitlán, Hernán Cortés fundó en Coyoacán el primer ayuntamiento en la cuenca de México. Los dominicos iniciaron sus actividades en la región en 1528 hasta 1752 en que se efectuó la secularización. El campo de evangelización era muy amplio, ya que entre sus visitas se encontraban San Agustín de las Cuevas, Tlalpan que fue secularizado en 1754; además de las fundaciones en San Pedro Mártir y Santo Tomás Ajusco. San Pedro y San Pablo Tláhuac, esta población se encontraba en una isla entre los lagos de Xochimilco y Chalco, fue habitada por los cuitlahuacas. Los dominicos estuvieron aquí aproximadamente desde 1556 hasta 1754. Originalmente fue una vicaría anexa a Coyoacán. Esta casa fue importante porque era de enlace entre la región chalca, con las fundaciones del Tepanohuayan y con la de Santo Domingo de México.

San Felipe y Santiago Azcapotzalco, fue la primera capital del Tepanohuayan, en su época de mayor esplendor, cuando dominó la cuenca de México, en los tiempos de Tezozomoc. La construcción del convento dominico se inició en 1560 por fray Lorenzo de la Asunción y la vicaría ya aparece aceptada en el acta de capítulo de 1562. Este convento fue de los que se conservó más tiempo en 1913 los dominicos lo permutaron por Tacubaya. La Candelaria Tacubaya, fue un poblado importante del Tepanohuayan, los dominicos estuvieron de 1593 a 1765. Los predicadores lo recuperaron a principios del siglo XX y aquí continúan hasta la actualidad.

Fundaciones dominicas posteriores a la separación de la provincia de Oaxaca

De 1592 a 1596 se generó un proceso por el cual se separaron las fundaciones dominicas zapotecas, que se constituyeron como la provincia de San Hipólito, Oaxaca. Esto provocó un cambio en la configuración de la provincia de Santiago de México, que tuvo que abrir nuevas fundaciones para reforzarse. Además de que surgió un proceso de reforma de costumbres dirigida por fray Cristóbal Ortega, que buscaba seguir la vida de los primeros años de la provincia. Se inauguró el Colegio de Portacoeli en 1608, el cual sólo se conserva su iglesia en el Centro Histórico. De esta institución surgieron grandes luminarias como fray Antonio Monroy e Yjar y fray Servando Teresa de Mier.

Nuestra Señora de La Piedad Atlexuca se fundó en 1608 a extramuros de la ciudad, para seguir la estricta observancia. En el sur de lo que era el Tepanohuayan se fundó Mixcoac con actividad de 1608 a 1754. Mientras que San Jacinto, Tonanitla en San Ángel, Se fundó en 1602 un hospicio que servía para alojar a los misioneros que iban a Filipinas, con lo cual no daban molestias a los dominicos de la Provincia de Santiago. Los dominicos estuvieron hasta 1756.


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